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Ingestión de cáusticos (sustancias ácidas o alcalinas)

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Sugerencias

   La ingestión de cáusticos incluye la ingesta de sustancias tóxicas del tipo de medicamentos, jabones, lejía, detergentes de lavadoras o lavavajillas, u otros similares. La incidencia de los accidentes domésticos por estos agentes ha disminuido en los últimos años gracias a las campañas informativas que se han llevado a cabo con objeto de prevenir que los niños tengan a su alcance estas sustancias.

 

SUSTANCIAS ACIDAS

 

   La primera consideración que debemos hacer es que al contenido del estómago es de tipo ácido y por tanto las paredes gástricas están habituadas a estas condiciones. En general se trata de lesiones menos graves que las producidas por los álcalis, y por tanto con menor tendencia a dejar secuelas graves.

   Será necesario diluir la concentración del ácido para lo cual se recomienda ingerir abundante agua. Nunca añadiremos sustancias alcalinas (bicarbonato sódico) ya que la unión de ambas dá lugar a la formación de abundantes gases que facilitarán el vómito e incluso pueden provocar un estallido gástrico.

   El traslado a un Centro Hospitalario especializado es prioritario para el adecuado seguimiento y estudio.

 

SUSTANCIAS ALCALINAS

   La sustancia que con más frecuencia es ingerida es la lejía, si bien es cierto que en la actualidad las lejías son menos cáusticas que en años precedentes debido a la modificación de su composición química, han aparecido potentes álcalis de uso industrial que provocan gravísimas lesiones fundamentalmente esofágicas..

   Las lesiones se producen ya en la boca, laringe y esófago, y no son raras en el mentón y el torax, aunque estas son en general menos importantes. Casi siempre son lesiones mas profundas y extensas que las producidas por la ingestión de ácidos, y en el esófago es característica la formación de estenosis circulares en los casos de ingesta de abundantes cantidades o cuando son álcalis de uso industrial (limpieza de máquinas, ordeñadoras, etc...).

   En estos pacientes si está indicado el uso de sustancias neutralizantes, para lo que emplearemos ácidos suaves como el zumo de limón diluido o la leche y a continuación, sin pérdida de tiempo, se debe trasladar a un Centro Hospitalario especializado con objeto de realizar la primera valoración de las lesiones. Si las lesiones externas u orales son significativas se debe realizar una endoscopia urgente que valore las probables lesiones esofágicas.  El riesgo de la esofagoscopia aumenta con el paso de las horas por la aparición de edema y la profundización de las lesiones, además de la posible contaminación bacteriana de las mismas. Aún cuando las lesiones de las áreas fácilmente explorables (cavidad oral y zonas externas próximas) estén ausentes, se debe realizar un protocolo de seguimiento de estos niños.

   Tanto cuando las lesiones sean producidas por sustancias ácidas como alcalinas nunca está indicado estimular el vómito, ya que se aumenta el riesgo de lesionar el esófago y podemos favorecer las neumonías químicas o aspirativas.

   El uso de antibióticos y esteroides en el tratamiento de estas lesiones es objeto de controversia y varía de unos Centros a otros en función de la experiencia y casuística de los equipos implicados.

   En el caso de aparición de secuelas esofágicas son útiles las sondas con balones dilatadores, reservándose la cirugía abierta (esofagocoloplastias) para los casos más severos y rebeldes.

 

 

Dr. Ricardo Diez García

Especialista en Cirugía Pediátrica

Fecha de actualización: 2004

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