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Estenosis hipertrófica del píloro

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Sugerencias

 

   La estenosis hipertrófica del píloro (EHP) es una de las principales causas de vómitos crónicos y subagudos en el lactante. Su frecuencia se cifra en 1/500 recién nacidos vivos y suele presentarse durante los primeros 30-40 días de vida. Es más frecuente en varones (4/1) y en el primer hijo. Hasta el 20% de los casos presentan asociación familiar aunque es raro que en una familia lo presenten varios hermanos. Su causa es desconocida.

   De un modo progresivo se produce un aumento del espesor de la capa muscular del píloro que es un músculo situado a la salida del estómago que se dispone circularmente. Esta hipertrofia muscular condiciona la aparición de vómitos progresivos en cantidad y frecuencia hasta alcanzar la intolerancia oral. El lactante como con avidez pero vomita a los pocos minutos, presentando de nuevo hambre. Los vómitos suelen comenzar a las 2-3 semanas de vida y se caracterizan por ser abundantes (en ocasiones de mayor cantidad que la ingerida), alimenticios, no biliosos, y en proyectil (escopetazo). A consecuencia de los vómitos se produce una pérdida de peso y desnutrición, inquietud por el hambre y disminución de la actividad intestinal con estreñimiento; casi un 10% de los niños presentará coloración ictérica. 

   En los estudios analíticos encontraremos una alcalosis hipoclorémica e hipocaliémica y signos de deshidratación.

   En todo lactante con vómitos persistentes debe descartarse esta entidad. Para el diagnóstico partiremos de la sospecha clínica derivada de la historia clínica y los datos analíticos comentados. Hasta hace unos años para confirmar la sospecha clínica se realizaba un transito intestinal con papilla baritada que permitía apreciar el canal pilórico en las radiografías realizadas. Actualmente esta técnica está en desuso siendo diagnóstica la ecografía abdominal que nos permite medir el espesor del píloro y el calibre del canal pilórico.

   No existe medicación capaz de revertir la hipertrofia muscular adquirida, por lo que el tratamiento es quirúrgico en todos los casos, y su resultado definitivo. Se trata de una intervención sencilla que se realiza bajo anestesia general y en la que se procede a seccionar el píloro longitudinalmente sin lesionar la mucosa (piloromiotomía extramucosa de Fredet-Ramstedt). Las complicaciones quirúrgicas son raras y la re-estenosis excepcional.

   Antes de proceder a la corrección quirúrgica es preciso reponer los líquidos deficitarios y restaurar el pH normal y los electrolitos (corregir la alcalosis comentada) para evitar complicaciones anestésicas como la dificultad para recuperar la respiración espontánea del niño. En los casos en que esto no se lleva a cabo puede ocurrir que el niño precise continuar con respiración asistida después de la intervención y hasta que corrijamos la alcalosis.

   Entre 8 y 12 horas después de la intervención se reinicia la alimentación oral que será progresiva, de modo que en 2-3 días el niño pueda ser dado de alta a su domicilio.

 

Dr. Ricardo Diez García

Especialista en Cirugía Pediátrica

Fecha de la última actualización: 2004

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