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Lactancia artificial

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   Cuando por algún motivo no es posible la lactancia materna se recurre a la artificial con leche de vaca que se ha modificado para que sea lo más parecida a la leche de mujer. En este tipo de alimentación lo más importante es la correcta preparación de los biberones.

Preparación de los biberones

   Lavarse bien las manos antes de prepararlo. Comprobar la fecha de caducidad de los envases. Se pueden usar en un periodo de un mes desde su apertura. Biberones y tetinas deben lavarse de forma inmediata tras la toma con agua, jabón y cepillo alargado (que no debe utilizarse para otro uso).

   Antes de preparar la leche hervir todo el material (biberón, tetinas, anillas etc...) durante 10 minutos. Es aconsejable preparar el biberón antes de cada toma. Preparar el biberón con agua potable siempre hervida (unos 10 minutos). Poner el agua siempre en primer lugar y luego el polvo.

   Prepara por cada 30 ml de agua, un cacito raso de leche en polvo (enrasa siempre con un cuchillo). Respeta siempre estas proporciones. (60 ml de agua con 2 cacitos, 90 ml con 3 cacitos etc...)

   Calienta el biberón antes de la toma "al baño María" o pasándolo por agua caliente. Nunca en el horno microondas.

Administración del biberón

   Comprobar siempre la temperatura dejando caer unas gotas de leche sobre el dorso de la mano. Vigila el orificio de la tetina, la leche debe salir gota a gota, sin llegar a chorro. La tetina durante la toma debe estar siempre llena de leche para evitar la deglución de aire. Se debe dejar descansar al niño a lo largo de la toma y facilitar la expulsión de aire al finalizar la misma. El horario nunca debe ser rígido, cada 3-4 horas.

   El número de tomas y el tipo de leche deben ser indicados por el Neonatólogo y/o el Pediatra. En general cada niño toma lo que necesita. Dar la cantidad que el niño quiera sin forzar. Ante cualquier duda consulta siempre a tu Pediatra; no te precipites en tomar decisiones inoportunas por ti misma.

Dra. Ana Pastor Gómez