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Piercing o anillados

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Sugerencias

    Cada día es más frecuente la presencia en los adolescentes de nuestro medio de los llamados piercing o anillados. Se trata de adornos metálicos que se colocan perforando la piel de diversas partes del cuerpo. La presencia de estos objetos en personajes del mundo del espectáculo (cantantes, modelos, actores y actrices, etc...) ha popularizado su uso. Su popularización ha llevado a la regulación de su uso en España por parte del Ministerio de Sanidad que determina por ejemplo que deben colocarse en locales autorizados (con licencia y sometidos a las inspecciones legales) y bajo estricta asepsia (material y guantes estériles y desechables, personal vacunado y autorizado, etc...); los piercing deben ser de oro, acero o titanio, y los menores de 16 años deben contar con una autorización paterna por escrito e ir acompañados de un adulto responsable.

   A pesar de todo lo legislado es muy frecuente la aparición de complicaciones que se sitúan en torno al 20%, siendo las más frecuentes las infecciones locales, los sangrados, y los desgarros del lugar en que se coloca el anillado, además de las alergias a los materiales empleados. En casi todos los casos se producen reacciones inflamatorias locales que no suelen durar más de 15 días y que si persisten nos indican la conveniencia de contactar con un médico para valorar el daño e instaurar un tratamiento. Otros signos de alarma son la aparición de fiebre, el sangrado persistente o repetitivo y el dolor persistente.

   La falta de cuidados del piercing es la causa más frecuente de la aparición de infecciones locales a lo largo de la vida del adorno; después de la perforación es necesario lavar la zona con jabón neutro o con agua con sal, y evitar la presencia de cremas corporales o maquillajes; estos cuidados serán más frecuentes en las primeras semanas tras colocar el adorno. La exposición solar no es recomendada durante los primeros 2-3 meses como en todas las cicatrices. Especiales cuidados requieren los anillados en la boca por ser esta una cavidad rica en gérmenes: las infecciones de la lengua, labios, amigdalitis de repetición, lesiones en las encías y dientes, y hasta alteraciones en el lenguaje y en la percepción de los sabores son frecuentes en los anillados de la lengua.

   Por la falta de asepsia al colocar el piercing se han descrito también la transmisión de enfermedades con la hepatitis B y C, e incluso el virus del SIDA.

   Se recomienda extremar los cuidados y las precauciones en aquellas personas que no estén vacunadas frente al tétanos y la hepatitis B; en los que padecen acné, psoriasis, dermatitis atópica o alergias a los metales; en los enfermos del corazón (recordar la necesidad de profilaxis antibiótica ante toda intervención quirúrgica por el riesgo de endocarditis bacteriana); en los que padecen trastornos de la coagulación de la sangre; y en los que presenten una disminución de su capacidad de defenderse de las infecciones por alteración de su sistema inmunológico.

   Dado que la colocación del anillado es dolorosa se recomienda utilizar anestesia local siempre que sea posible, así como el uso de analgesia durante las 48-72 horas posteriores a la colocación del adorno.

Dr. Ricardo Diez García

Especialista en Cirugía Pediátrica

Fecha de la última actualización: 2004

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